30 de noviembre de 2006

El queso rodante

Estoy pensando en organizar un Proyecto Mayhem contra las distribuidoras. Hace tiempo que casi sólo veo cine y televisión bajados de internet, y ellos son la principal razón. Hace unos años, podía querer esperar a ver una película doblada; hoy en día, el doblaje es casi siempre una cagada, por culpa de los ritmos suicidas, de su despreocupación crónica por el material que distribuyen, y de los favoritismos de pueblo que anteponen el amigo o el amante al buen profesional. Me cansé de esperarles, viendo cómo tenían Beyond The Sea metida en un cajón durante dos años sin tener ni puñetera idea de qué marketing hacerle, y así con otras muchas. Acabé harto de su necesidad imbécil de retocar títulos, como si supiesen algo que los creadores no sabían. Sigo sin entender por qué piensan que un título terminado en ... como puedas lleva a la gente al cine, o que “Ratónpolis” es un nombre decente en un momento en el que con Pixar y Aardman disfrutan más los adultos que sus niños.

El mundo del cine –eso incluye las series americanas– es una sucesión de cribas. Por supuesto, hay insectos que terminan en la ensalada y pepitas de oro que caen al río con el resto del barro, pero por lo general uno termina donde puede, que es donde debe terminar.

En la línea de salida todos son directores. Los más tímidos aspiran a escribir guiones, pero nadie baja de ahí. Hay que ser rarito para empezar tu época de wannabe queriendo ser eléctrico, script o siquiera diseñador de producción. (A los actores los dejo fuera de esta carrera: ellos se conforman con que alguien les mire). Es ahí donde empieza una carrera cuesta abajo en la que los más talentosos y afortunados van encontrando un hueco en las distintas artesanías. Les siguen los que no lo consiguieron, que van llenando las partes medias de la pirámide a medida que van reformulando sus aspiraciones –no necesariamente por incapacidad en las demás disciplinas– y resolviendo dedicarse al montaje o la producción. Al final, abajo del todo, la gente que se va rindiendo se dedica a otros trabajos dentro de la industria; nada malo en ellos, salvo la decepción de quien (si ése es el caso) aspiraba a algo distinto.

Esa extraña conquista del Oeste termina cuando llegan los que no han tenido el talento, iniciativa, carisma, huevos, o lo que sea que haga falta para hacer lo que uno quiere en este negocio (ojalá lo supiera), los que aún no han conseguido encontrar su sitio. ¿Conocen ese concurso en el que una turba de ingleses rueda colina abajo persiguiendo un queso? Pues lo mismo.

De esa forma, los concursantes llegan a la base de esa pirámide alimenticia, en la que los de abajo viven de la creatividad de los que están más arriba. Aquí es donde encontramos a mis queridos críticos y periodistas especializados, que obtienen su sustento, tanto financiero como espiritual, de los restos que caen de más arriba, de la zona en la que se fabrican las cosas.

¿Y quién vive en el fangal que rodea la montaña? ¿Quién vive a costa, incluso, de los críticos y los periodistas? Las distribuidoras, que necesitan a los boyeros, los pumares, los loqueyotedigas y ahora también los telediarios para tener la repercusión que ellos, negados entre negados, no son capaces de dar a sus estrenos.

A principios de este año estuve en una reunión en una distribuidora que también suele financiar coproducciones internacionales. En los preliminares, antes de entrar en materia, hablamos de las películas que estaban en cartel. Surgió Buenas noches y buena suerte, que en aquel momento llevaba poco tiempo estrenada y estaba funcionando como un tiro. El jefe de la distribuidora dijo: “ésa nos la ofrecieron a nosotros”. Yo, ingenuo como soy, pregunté: “¿distribuirla?”

“No. Co-producirla. Pero pasé”.

Pasó.

“¿Po... por qué?”

“Me pareció muy localista. No le vi futuro a una historia tan americana. ¿Quién sabe aquí quién era McCarthy?”

Lo que retrataba a este individuo de forma tan palmaria no es que hubiese pasado olímpicamente de formar parte de una de las pelis más prestigiosas y taquilleras del año, y además por una razón tan estúpida. Faltaba un mes para los Óscar, y George Clooney se lo estaba llevando crudo con su película. Lo que retrató al individuo fue que tuviese el cuajo para contarlo. Como si fuera una decisión de la que estar satisfecho, o ni siquiera: como si fuese una de esas "cosas que pasan". Como si no hubiese razones más pequeñas por las que tirarse por la ventana de su despacho.

El hombre se había dado la respuesta equivocada. A la pregunta “quién sabe aquí quién era McCarthy” debería haberse respondido: “yo”. Y después, haberse hecho la pregunta que toda persona del mundo del cine debería hacerse cada día al acostarse: “¿es el público más listo o más tonto que yo?”. Ahí es donde la cagó.

Fruto de esa imbecilidad es el funcionamiento desastroso de las distribuidoras. De ese fango mental salen todas las patochadas que, por uno de los milagros de las metáforas rebuscadas, acaban influyendo en la forma de trabajar de los directores, productores y guionistas que tienen sus chalés y sus bemeúves en las tierras más altas de la montaña por la que rueda el queso.

Algo me dice que el queso es el público, pero es tarde y necesito dormir.

21 de noviembre de 2006

!!!

De mi contador de visitas:

En Perú hay alguien muy confundido que buscaba “vania macizas” y ha terminado aquí.

En Venezuela, supongo que es una mujer quien se interesa por los “protagonistas serie prison break desnudos”; como siempre, el hombre es más directo, y busca “cachondas encima del falo”.

En Bolivia quieren ver al “actor antonio banderas mostrando su pene”.

En Perú son “imágenes de nacho vidal en calzoncillos”; espero que sea estudiante de veterinaria el que busca “falo del gallo”.

En Chile parecen interesados en la trigonometría –y son unos cuantos los que han entrado por la misma puerta–, pero conociendo a sus vecinos tenemos que pensar mal cuando buscan “ley del seno”.

En México, alguien se pregunta “qué significa soñar que crío cocodrilos”; otro busca un “análisis de tormenta blanca”, que no sería llamativo si no fuese porque viene de la Secretaría de Asuntos Exteriores del gobierno (?).

En Argentina el psicoanálisis es grande: “interpretación de los sueños soñar con hostias”. Se ve que la tensión racial también lo es, y uno ha googleado “un moro me folló el culo”.

¿Qué coño os pasa en Sudamérica?

13 de noviembre de 2006

El Bobby Darin de las series

NBC ha encargado otros nueve episodios de Studio 60 on the Sunset Strip, ampliándola a una temporada regular de 22 capítulos. Es una gran noticia, y me alegro de haberla cagado en mis predicciones del post anterior. En mi defensa diré que es difícil calibrar hasta qué punto están espabilando los jackrudolphs del mundo real, y a qué altura del puente destartalado pisarán una tabla podrida y se irán a tomar por el culo al río lleno de cocodrilos.

El socio thehardmenpath hizo uno de sus brillantes comentarios al post en cuestión. Donde yo decía que Studio 60 era la Marilyn Monroe de las series, él corrige: Studio 60 es el Bobby Darin de las series. Me parece una analogía tan acojonante que voy a dejar por escrito algunas de sus implicaciones:

1.- Studio 60 tiene un coeficiente intelectual muy por encima de la media.

2.- Studio 60 tendrá grandes referencias a Europa en sus inicios. Más adelante, sus temas se acercarán al folk americano, y su discurso político se amplificará.

3.- Studio 60 hablará bastante de la guerra (de Irak, en su caso) y dejará clara su alineación con quienes se oponen a ella.

4.- Studio 60 hará campaña por un candidato a la presidencia que será asesinado. Es probable que se trate de un Kennedy.

5.- Studio 60 vivirá siempre al borde de la cancelación, arrastrando un precario estado de salud que le impedirá dar todo su potencial.

6.- Studio 60 coincidirá con otra serie extremadamente similar, aunque esta otra tendrá mucho más éxito. Studio 60 siempre vivirá a su sombra, a pesar de tener mucho más talento.

7.- Studio 60 será mucho más reconocida una vez cancelada que durante su tiempo.

8.- Tina Fey es Frank Sinatra. De ello se deduce que:

..........8a.- Alec Baldwin es Dean Martin.

..........8b.- Tracy Morgan es Sammy Davis, Jr.

..........8c.- Conan O’Brien es Johnny Carson.

9.- Había gente que no pensaba que Bobby Darin fuese a sobrevivir al primer disco. Y, por suerte, se equivocaban.

10.- Dentro de unas décadas, Kevin Spacey hará una película sobre Studio 60.