23 de abril de 2005

Que te meto, Benedetto

No vamos a ser ingenuos. La Santa Iglesia, debemos suponer, estudia sistemáticamente el efecto que sus pisadas tienen en esta Tierra. Cada operación mediática es un símbolo, no hay duda, y le vamos a sacar punta a cada manifiesto, a cada elección.

Ratzinger tiene cara de hijoputa. Punto número uno. A cada año que pasa me inclino más a pensar que el que tiene cara de desgraciado suele haberlo sido desde la cuna. Francamente, si fuese cristiano me daría mal rollo que mi representante supremo tuviese esa cara de cabrón; me daba vergüenza que Aznar tuviese esa pinta de bellaco poco aseado por la imagen que podría transmitir de puertas afuera; tiemblo de pensar que vengan los extraterrestres y hablen con George Bush. Querría que me tragase la tierra. Recemos porque no traigan cacharros de esos para interpretar las expresiones humanas, o nos van a hacer la de Independence Day.

El asunto es que si la Iglesia elige a un individuo como Ratzinger, y hablo desde el punto de vista publicitario, es o bien porque no le importa que se la asocie con esa cara mezquina, o bien porque su curia no vive en este siglo. Parece que está claro, pero no. No me lo creo. Todos ven la tele, leen periódicos, están al día de las conductas diabólicas que usan el ano con fines heterodoxos. Incluso algunos de sus miembros las ponen en práctica.

No puede ser casualidad que el anterior Papa fuese un polaco desplazado por el nacionalsocialismo, y que éste fuese un miembro de las Juventudes Hitlerianas. “Lo alistaron contra su voluntad”. Claro. Hubo millones de capullos que se hicieron matar con tal de no estar en esas listas, y si su padre era policía, me lo creo aún menos. Sea como sea, el detalle está ahí, y da qué pensar.

Quizá sea el signo de los tiempos. Quizá la razón sea la misma por la que el presidente de los USA es un vaquero de los cojones, el jefe del FMI es un empresario de larga saga franquista, el primer ministro italiano es un magnate mediático, y Zapatero sí que es de Valladolid.

22 de abril de 2005

!!!

Siguiendo con su programa de concienciación del público, !!! te invita a echarle un ojo a una entrevista digital con el amigo David Bravo, abogado de profesión y acosador de la SGAE vocacional. Si el panorama tira por donde parece, las cosas que dice este hombre van a tener que estar encima de la mesita de noche de todo hijo de vecino; aquí podéis aprendéroslas como un Padrenuestro posmoderno, para recitarlas a la familia y tal, y así cumplir con vuestro deber, glorioso y español, de formar a las masas. Salud.

18 de abril de 2005

¡Bienvenido a Gran Vaticano!

¡El concurso ha empezado! ¡Todos los cardenales están ya encerrados en la Casa de Gran Vaticano! ¡Aprovecha el momento, y no les quites ojo! ¿Quién será el vencedor?

¡Si quieres que gane Joseph Ratzinger manda un SMS al 0663! ¡Si por el contrario quieres que sea Dionigi Tettamanzi, manda tu SMS al 0664! ¡Si quieres que gane Rodríguez Madariaga, manda un SMS al 0665! ¡Si quieres que el vencedor sea Rouco Varela, manda un SMS al 0666!
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¡Date prisa, sólo durará unos días! ¡El Gran Vaticano 2005 ha comenzado, y tú puedes decidir el ganador! ¡Luego nos lo pasaremos por los cojones! ¡Si quieres democracia, cambia de canal!