24 de mayo de 2006

!!!

El Enterao (IV)

Hace algunos años salí durante unos meses con una actriz. En muchas ocasiones fui a buscarla al teatro, a la salida del ensayo, y allí pasé bastante tiempo esperando a que se desmaquillara y duchara, y se rociase de productos hidratantes y compartiera chascarrillos y arrumacos lésbicos con sus compañeras de reparto desnudas. Nunca me dejó participar. Y si por un casual no es esto lo que hacen las mujeres en los vestuarios, prefiero que no me lo digáis.

El caso es que más de un día pasé un rato sentado entre bambalinas con el director de la obra, uno de esos bohemios que arrastran su falta de talento por los foros juveniles y se toman cafés con sus alumnas.

..........YO: Vengo del cine.

..........ÉL: Ah. ¿Y qué has visto?

..........YO: "Starship Troopers". ¿La conoces?

..........ÉL: Sí. Es la de Verhoeven, ¿no?

..........YO: Sí. Es una gansada.

..........ÉL: A mí es que Verhoeven no me hace gracia.

..........YO: ¿No? A mí me gusta bastante.

..........ÉL: Bueno... Me quedo con la época europea.

Alarma. Un Enterao. Hay pocas frases que dejen tan al descubierto la cinefalia de alguien como "prefiero la época europea", y la escucharéis con especial frecuencia hablando de Paul Verhoeven.

..........YO: ¿De verdad no te gusta ninguna de las americanas?

..........ÉL: Pues no. Desde que se pasó al rollo Hollywood...

..........YO: Pues a mí "Robocop" me encanta.

..........ÉL: ¿"Robocop" es suya? Pues sí, la verdad es que está bien. Pero el resto...

..........YO: Hombre, "Desafío Total" es bastante la hostia.

..........ÉL: No, sí. Ésa sí. Mira, no me acordaba.

..........YO: Claro, hombre. Hasta "Instinto Básico" tiene su puntillo.

..........ÉL: Bueno, pero por el guión.

Lo cual es extraño, porque un enterao jamás diría nada bueno de Joe Eszterhas. Llegados a "La Caja de Música", todos pensarán que la escribió Mamet.

..........YO: ¿Y "Los Señores del Acero"?

..........ÉL: ¿Ésa cuál era?

..........YO: La de espadas. Edad Media, Rutger Hauer...

..........ÉL: Ah, sí. No, ésa no me gustó.

Pues es europea. La actriz nos interrumpió con un "estoy lista" y ahí quedó todo.

La filmografía de Verhoeven es irrelevante. No tiene importancia que las otras dos películas europeas suyas que yo he visto me hayan parecido un coñazo. Soy un poco rarito, y vivo con ello. Pero este mangurrián no sólo no sabía de qué estaba hablando, sino que lo hacía en piloto automático. Seguía ese Manual del Enterao que dice que lo americano siempre es peor que lo europeo, especialmente en lo relativo al cine. Me llama la atención no haber oído a ninguno preferir la época europea de Wolfgang Petersen, por ejemplo; y eso que sus mojones, además de más abundantes, hacen que los de Verhoeven huelan a jazmín.

Lo dicho, estad prevenidos. A ver qué dicen de esto.
.
Continuará, por supuesto, en El Enterao (V).

17 de mayo de 2006

!!!

Porque los frikis también tienen derecho a expresarse.

16 de mayo de 2006

El Enterao (III)

Existe un mal genético del enterao que se conoce como polillismo o, en algunos círculos, ojo de primo. Esta denominación puede parecer un pésimo chiste del autor, pero no. Viene a cuento de la predilección casi ciega que el afectado siente por los “originales” (él los llamará clásicos) o las primeras versiones o entregas.
.
El polillero siente una total desafección hacia las segundas y sucesivas partes de películas, por mucho que éstas le interesasen en su momento. La suspensión del juicio tiene lugar en el mismo momento en que el paciente recibe la noticia de que se está produciendo un remake o secuela (la validez de este término está rebatida; le da por culo a la Academia de la Lengua, y nos congratulamos por ello), de tal manera que en el momento del estreno la recibe con total insensibilidad. Tras el visionado, el enterao puede experimentar desorientación, urticaria y convulsiones, aunque por lo general sus síntomas se reducen a náuseas y vómitos, y paranoia. Los expertos no acaban de ponerse de acuerdo, pero se ha observado en una cierta porción de los casos un sentimiento de disgusto relacionado con la ilusión de haber sido engañado, o tomado por imbécil. Curiosamente, ninguno de los especimenes analizados pareció notar que si entró en el cine fue por su propia voluntad.

Señas inequívocas son la defensa de la primera entrega de “Alien” en detrimento de la segunda, la reivindicación de J. Lee Thompson por “El Cabo del Terror” (estableciendo una amnesia somática para omitir obras suyas como “Justicia Salvaje” y “Yo soy la Justicia II”), o, en casos de mayor alcance, el desprecio automático por “Drácula de Bram Stoker”.

Mención aparte merecen las cepas llamadas de enteraoísmo trasgresor o recontrapolillismo, en el marco de los cuales se han descrito casos de defensas entusiastas de “Psicósis” de Gus Van Sant.

Por desgracia, es éste un mal muy extendido en el común de los aficionados, pero rara vez diagnosticado en su latencia, que el enterao suele acarrear desde el nacimiento. Sus síntomas son sutiles, pero si se descuida puede ser el desencadenante del proceso viral que transforma al cinéfilo en cinéfalo. Estad alerta, y en caso de brote librad al sujeto de su sufrimiento con extremo prejuicio.
.
Continúa en... sí, El Enterao (IV).

14 de mayo de 2006

El Enterao (II)

La habilidad con la que el enterao maneja el lenguaje es una de sus señas de identidad. Recordemos que la crítica cinematográfica es reducto de erudición, y, por tanto, de literatura. Como hemos visto, mencionar un nombre a secas no es cool, hay que aliñarlo. Y si el nombre es en sí mismo el aliño de otra ensalada, hay que cocinarlo de alguna manera... si está crudo, es indigesto.

Un enterao magacinero no dirá "la estética de Almodóvar", sino que hablará de "la estética almodovariana". Así, Almodóvar queda elevado desde el pueblucho manchego hasta la categoría existencial, y sin pasar por Hollywood, que tiene más mérito. Las críticas de cine están repletas de engendros lucasianos, hitchcockianos, spielberguianos, depalmianos, y otros frutos de esa huerta de palabros, que emparentan a sus autores con otro prestigioso ramillete de capullos: los historiadores de la filosofía. Ya sabéis, los kantianos, aristotelianos, hegelianos, marxianos... y platónicos (!).

Afortunadamente, los enteraos no sufren la cerrazón lingüística de estos primos hermanos suyos, y no dicen Oliverio Stone o Jaime Cameron donde aquellos decían Carlos Marx y Renato Descartes. El nombre sajón se respeta, aunque el tino sea el de una escopeta de feria y los nombres se pronuncien casi como aquél del racionalista francés, el [descártes] de toda la vida, que a mí siempre me sonó a mus.

Conversación sacada de una tertulilla de cine, el otro día:

- (...) de esta película, protagonizada por un jovencísimo [járvi kéitel].

A lo que otro supión contesta:

- Con ese [járvi kéitel] te estás refiriendo a [járvi kítel], ¿verdad?
.
No hace falta decir que ambos lo pronuncian mal. Lo importante es lo reconocible de la actitud. Si no fuera suficiente el uso de la fórmula sintagmática del post anterior, queda claro que estos dos cagaprados son genuinos ejemplares de enterao. Ya sabemos la regla: hay que liar la madeja. Winona no puede pronunciarse [üinóna], es demasiado sencillo; debe de ser [guainóna], o algo parecido; y por la misma razón a Johnny lo llamarán [dip] en lugar de Depp y todos los Ian y Liam se convertirán en [áian] y [láiam].
.
Continúa en El Enterao (III) (ya lo vais cogiendo).

13 de mayo de 2006

El Enterao (I)

Leí el otro día en un foro amigo un post de un ejemplar de lo que yo llamo enterao. La crítica aficionada, que ha crecido en los mares de internet como el moho en una lata de paté. Es una crítica suiza como la navaja: vale para todo. La diarrea verbal que domina a este género vale tanto para disertar sobre un roto como para arrojar una apología del descosido, y lo único que todos tienen en común es el sopor que provocan. El caso es que entré al trapo, y la respuesta me supo a poco. Y como estoy bastante ocioso últimamente, pues aquí vuelvo... a hacer amigos.

Servidor compró la Fotogramas durante 11 años, sin faltar a un solo número. En sus páginas está el principio de esta ola de criticones masturbatorios, que se han formado –o eso creen– leyendo a Guarner, Monzón, Figueras y secuaces, y ahora vienen with a vengeance. Estos pensadores de cineforum han estado ahí siempre –qué daño hizo el 68, oyes– pero ahora alcanzan una difusión martirizante, y es por eso que pienso en letra alta sobre algunas de las señales que los delatan, para que si leéis esto podáis reconocerles y darles muerte.

El primer rasgo que suele delatar al enterao es una construcción sintáctica rimbombante y gratuita, pero que cuaja todas sus ganas de epatar al personal con su sapiencia y atinado juicio... y todo eso sin dejar de informar. En una referencia a una película o autor, nunca un enterao usará una construcción simple, del estilo de <<...”El Cabo del Terror”, de J. Lee Thompson...>>, por vulgar y demasiado sencillo; para más inri, no deja claro que uno es un crítico experto, y que habla porque sabe. Por eso, tienen que añadir algo, una valoración, o les saldrá por las orejas. Así, dirán algo como <<”El Cabo del Terror”, de un hoy casi desconocido J. Lee Thompson>> (ejemplo sacado del foro que os comentaba). Otras aplicaciones de esta fórmula son <<de la muy sobrevalorada Jane Campion>> o <<un habitualmente comprometido Spike Lee>>. En resumen:

[artículo, mejor indeterminado] + [adverbio o locución] + [n adjetivos] + [título o nombre]
.
Continúa en El Enterao (II) (os lo imaginabais).