Videomúsica
Ahí va una tontería: siempre he pensado que el videoclip como género es el sustituto perfecto de la poesía. Es estúpido porque nadie ha encargado un sustituto de nada, y ni puta falta que hace. Pero piénsalo: composiciones cortas con varios moldes muy definidos, en las que la forma aplasta al contenido y que por lo general están cuajadas de símbolos, alegorías, artefactos estilísticos y, en muchas ocasiones, alardes de técnica que bordean el metalenguaje.
Me pregunto si a la elite intelectual que desprecia por sistema cualquier arte comercial le llama la atención que ésta tan pujante haya nacido de una necesidad mercantil de las discográficas, y se haya afianzado a golpe de talento artístico. Porque no me cabe la menor duda de que si el videoclip no se hubiese perfeccionado en década y pico de la forma en que lo hizo, llamando a los talentos de la imagen y formando otros nuevos como medio expresivo autónomo y genuinamente artístico, ahora no tendría la importancia mediática que tiene. Dicho de otra manera, si el video musical hubiese sido cultivado como herramienta publicitaria y sólo como eso, obviando sus posibilidades artísticas, ahora existiría a la misma altura que los carteles pegados con cola en los muros de los descampados o los flyers que te dan a la salida del metro. Y no tendría la mitad de la fuerza comercial que tiene.
Michael Jackson es uno de los que mejor entendieron que para que el videoclip funcionase como anuncio tenía que funcionar antes como arte. Se puede decir que él inauguró el medio tal y como lo conocemos ahora con las piezas que le hicieron para el Thriller en 1983. En los años siguientes fue capaz de meter dos de sus vídeos en la cumbre de los más caros jamás realizados... y el resto de los que ha hecho no son lo que se dice baratos. Imagino que, por muy importante que seas, sólo un genio es capaz de convencer a una discográfica para que invierta en un cortometraje más dinero del que Andrés Vicente Gómez se ha gastado en todas sus películas juntas. Es un decir, pero por poco: el vídeo de Scream costó en 1995 una cifra muy similar a los cinco largometrajes que Andrés Vicente Gómez produjo ese año. Y sin subvenciones.
En la misma actitud, Jackson le encargó vídeos a gente como Spike Lee, John Singleton, David Fincher, Lynch, o Scorsese, y muchos de ellos acabaron siendo auténticas películas en las que la música estaba casi en segundo término, ocupando apenas un tercio de la duración del vídeo o siendo estirada hasta los 15 ó 20 minutos para adaptarse a la imagen y no al revés. No me digan que no es la hostia colarle eso a la Sony. Sin embargo, a pesar de la lista de realizadores de arriba, los dos mejores vídeos de Michael Jackson son de John Landis que es, con mucho, el peor director de todos. Ello viene a demostrar que el videoclip tiene entidad propia como forma artística y no es un hermano pequeño del cine, como pueda serlo el cortometraje (ouch!).
Por cierto, Michael Jackson dejó de hacer buenos vídeos en el mismo momento en que dejó de hacer buena música. No puede ser casualidad.
Todo esto explica que, en el amanecer del ipod, que no es otra cosa que un videomp3, esté surgiendo un género nuevo de música inseparable de su videoclip. La imagen siempre ha sido la mitad de muchas figuras de la música, pero esa proporción ya se ha superado. Pienso en esa maravilla de la mercadotecnia llamada The Pussycat Dolls. A alguien se le ocurre hacer un disco con un espectáculo de vodevil; tras el obligado casting de tías-buenas-que-bailan-y-cantan, llama a varios productores-estrella y hacen un disco pegadizo como una telaraña. Pero es no es nada por sí mismo antes de subir al barco a algunos de los creadores de videoclips más importantes del momento. Y es ahí donde empieza el grupo. Por poner algún tubo, uno que les ha hecho Francis Lawrence (ojo con éste) y que es muy simple. Tan simple como una silla CGI.
Me pregunto si a la elite intelectual que desprecia por sistema cualquier arte comercial le llama la atención que ésta tan pujante haya nacido de una necesidad mercantil de las discográficas, y se haya afianzado a golpe de talento artístico. Porque no me cabe la menor duda de que si el videoclip no se hubiese perfeccionado en década y pico de la forma en que lo hizo, llamando a los talentos de la imagen y formando otros nuevos como medio expresivo autónomo y genuinamente artístico, ahora no tendría la importancia mediática que tiene. Dicho de otra manera, si el video musical hubiese sido cultivado como herramienta publicitaria y sólo como eso, obviando sus posibilidades artísticas, ahora existiría a la misma altura que los carteles pegados con cola en los muros de los descampados o los flyers que te dan a la salida del metro. Y no tendría la mitad de la fuerza comercial que tiene.
Michael Jackson es uno de los que mejor entendieron que para que el videoclip funcionase como anuncio tenía que funcionar antes como arte. Se puede decir que él inauguró el medio tal y como lo conocemos ahora con las piezas que le hicieron para el Thriller en 1983. En los años siguientes fue capaz de meter dos de sus vídeos en la cumbre de los más caros jamás realizados... y el resto de los que ha hecho no son lo que se dice baratos. Imagino que, por muy importante que seas, sólo un genio es capaz de convencer a una discográfica para que invierta en un cortometraje más dinero del que Andrés Vicente Gómez se ha gastado en todas sus películas juntas. Es un decir, pero por poco: el vídeo de Scream costó en 1995 una cifra muy similar a los cinco largometrajes que Andrés Vicente Gómez produjo ese año. Y sin subvenciones.
En la misma actitud, Jackson le encargó vídeos a gente como Spike Lee, John Singleton, David Fincher, Lynch, o Scorsese, y muchos de ellos acabaron siendo auténticas películas en las que la música estaba casi en segundo término, ocupando apenas un tercio de la duración del vídeo o siendo estirada hasta los 15 ó 20 minutos para adaptarse a la imagen y no al revés. No me digan que no es la hostia colarle eso a la Sony. Sin embargo, a pesar de la lista de realizadores de arriba, los dos mejores vídeos de Michael Jackson son de John Landis que es, con mucho, el peor director de todos. Ello viene a demostrar que el videoclip tiene entidad propia como forma artística y no es un hermano pequeño del cine, como pueda serlo el cortometraje (ouch!).
Por cierto, Michael Jackson dejó de hacer buenos vídeos en el mismo momento en que dejó de hacer buena música. No puede ser casualidad.
Todo esto explica que, en el amanecer del ipod, que no es otra cosa que un videomp3, esté surgiendo un género nuevo de música inseparable de su videoclip. La imagen siempre ha sido la mitad de muchas figuras de la música, pero esa proporción ya se ha superado. Pienso en esa maravilla de la mercadotecnia llamada The Pussycat Dolls. A alguien se le ocurre hacer un disco con un espectáculo de vodevil; tras el obligado casting de tías-buenas-que-bailan-y-cantan, llama a varios productores-estrella y hacen un disco pegadizo como una telaraña. Pero es no es nada por sí mismo antes de subir al barco a algunos de los creadores de videoclips más importantes del momento. Y es ahí donde empieza el grupo. Por poner algún tubo, uno que les ha hecho Francis Lawrence (ojo con éste) y que es muy simple. Tan simple como una silla CGI.
Está claro que la videomúsica lleva unos cuantos años cociéndose, pero va a salir del horno dentro de nada, cuando todos llevemos en el bolsillo un reproductor de vídeo del tamaño del móvil –en realidad será el móvil– y no tenga sentido, para escuchar música, cargar en él la canción si podemos cargar el videoclip y mover dos medios por el precio y el tamaño de uno.
Nadie firmará para grabar un disco sin demostrar antes que puede actuar en un vídeo y dar bien en cámara; las discográficas tendrán un equipo de realizadores como los estudios de cine en los viejos tiempos, con sus correspondientes DPs y editores de lujo, los directores de videoclips irán a porcentaje de las ventas del single, y en las escuelas de cine se enseñará poesía.
9 comentarios:
alguien que entienda de coregrafias te diría que eso de la silla es bastante viejo, y que quizás el gran impulsor de la coregrafia minimalista-maximalista (es decir algo que parece simple pero que en realidad no lo és) fue Bob Fosse.....
mas alla de esto, Don't Cha me gusta (era un tema pegadizo), pero no creo que Pussycat Dolls dure mucho mas (aunque quizás como siempre, la cague y el grupo aguante 40 años mas). Snoop Dog es un tio listo y se apunta a cualquier sarao con tías buenas, llamalo tonto...:).......
por cierto, en studio60 cuando el personaje de Matthew Perry le pide una bota a una "corista" para poner celosa a su ex-novia, esas eran las Pussycat Dolls?¿
........
Joder, pues yo tengo que hacer un guión técnico para un videoclip (ejercicio de clase) y no tengo ni zorra idea. Y encima mis compañeros lo protagonizarían, y ni me los imagino. Así que, si tienes alguna sugerencia, ...
La canción puede ser cualquiera.
Stoy desesperation!!!
;)
Joan, alguien que entendiera de coreografías nos podría decir muchas cosas a los dos. Lo de la silla es muy anterior a Fosse, también, aunque él no las tenía digitales; el vídeo es precisamente un repaso a los bits típicos del vodevil y otros clasicazos (qué me dices del cenital a lo Busby Berkeley?) pero actualizados, creo yo, con un buen ojo de la hostia. Y en cuanto a Studio 60... no, pero sí; son una versión sorkiniana de las Pussycat Dolls, que ya actuaban en Sunset Blvd. unos cuantos añitos antes de sacar este disco.
Y Marga: la última vez que una chica me pidió que le hiciera los deberes... la cosa no terminó bien.
Saludos.
muy cierto vania..........:), por cierto, lástima de canción por que el video (sí) está muy currado (aunque "quizás" la idea ya sea esa)...........el cenital recordarme, me recuerda a "escuela de sirenas" aunque no recuerdo la "mente pensante" detrás de ese film ........aunque estoy bastante pez en este tema (soy de los que se enterarón tarde que "cantando bajo la lluvia" ja existía como canción antes que la pelicula; y no fue hasta hace poco -de crío la había visto muchas veces, pero debería ser demasiado crío para darme cuenta- que toda la peli es un homenaje a los musicales "clássicos de su época" (y a su vez marcaron ellos mismos otra época).........aunque el número de claqué con patines (no recuerdo de que pelicula en concreto) de Kelly tambien era brutal........)
me a costado pero lo he encontrado.......un videoclip opuesto a lo presentado por Vania, pero que aún así es un buen videoclip (lo qual demuestra que lo importante no es el talonario sino la imaginacion que tenga uno).........que viva Spike Jonez.....
http://www.youtube.com/watch?v=NXUPzupx1kA
Los vídeos de Spike Jonze son una PATATA.
jajajaja.....siento estar en radical desacuerdo con eso vania
Estoy hasta el mismísimo cirro de la canción de las Pussycat dolls. Yo creo que uno de los peores videoclips que he visto en mi vida es Sin documentos. Lo peor que se puede decir de un video clip es que parece un video de karaoke, y este es un ejemplo de ello, oye.
hola
yo tengo un blog dedicado a videoclips
http://videos001.blogspot.com/
me gustaria saber tu opinion sobre el blog y las canciones
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