Ni el trabajo que ejerce, ni su realización personal importa... lo mejor es levantar el culo del sitio a su hora debida y tener derecho a excedencias si te piras a representar por los teatros del mundo "La niña del catadióptrico ya no me desayuna desenvuelta". Coño, en qué momento la ley del trabajo decidió que ante ella no todos éramos iguales. Que había unos tipos que por estudiar más tiempo (viviendo de sus padres en el proceso una amplia mayoría) y pasar una oposición más o menos difícil, tenían un escrupuloso derecho al respeto de sus horarios, vacaciones y percibimiento de honorarios... ¿Quién coño hizo esa ley que hace que un currito de empresa no pueda alzar la voz ni para decir "me podría quitar el pie de la cabeza, que duele, hombrepordios"? Ah, sí, un funcionario público...
5 comentarios:
entre esto y el principio de Peter vamos apañados.........
Tal cual. El problema de la mayoría de los funcionarios es que alcanzan su nivel de incompetencia en el momento en que aprueban la oposición.
jejeje vania...........
Esto lo explica todo.....
Ni el trabajo que ejerce, ni su realización personal importa... lo mejor es levantar el culo del sitio a su hora debida y tener derecho a excedencias si te piras a representar por los teatros del mundo "La niña del catadióptrico ya no me desayuna desenvuelta".
Coño, en qué momento la ley del trabajo decidió que ante ella no todos éramos iguales. Que había unos tipos que por estudiar más tiempo (viviendo de sus padres en el proceso una amplia mayoría) y pasar una oposición más o menos difícil, tenían un escrupuloso derecho al respeto de sus horarios, vacaciones y percibimiento de honorarios... ¿Quién coño hizo esa ley que hace que un currito de empresa no pueda alzar la voz ni para decir "me podría quitar el pie de la cabeza, que duele, hombrepordios"? Ah, sí, un funcionario público...
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