Permítanme descontextualizar un titular ya descontextualizado. Dice José Maria Hidalgo, secretario general de CCOO:
El trabajo es la mayor garantía de libertad y riqueza.
Bien, yo diria, aunque me pese, que tiene razón. Aunque le pediría al Sr. Hidalgo que tenga los santos huevos de decir lo que realmente significa esa frase:
El dinero es la mayor garantía de libertad y riqueza.
Bienvenidos al final de la Izquierda.
Se habla de que ha llegado el momento del colapso del Capitalismo, pero no se regodeen: ustedes morirán con él. Y no será ahora, sino dentro de muchos años, cuando hayamos superado este nuevo aviso de que el Sistema no sirve ni para cumplir con la apariencia de que funciona, que es para lo que ha valido hasta ahora. Y petará por algún otro motivo estúpido como unas hipotecas truchas o alguien gritando fuego! en las páginas de un periódico, cuando la propia derecha liberal dé la alarma para corregir el rumbo de la pasta con un golpe de volante, pero sin quitar el pie del acelerador.
Eso, con toda seguridad, tendrá lugar después de un nuevo puñado de años de emputecimiento de las instituciones mundiales, de guerras inmorales y de presidentes del mundo cubiertos de sangre y llenos de ponzoña. Años en los que la izquierda seguirá haciendo carantoñas a la cultura, mirando que haya igual número de estúpidos que de estúpidas y muy cómoda en su superioridad moral. Pero con la alarma rota. Y la ética afónica.
En otras palabras, el Sistema se curará ahora, con bail-outs y liberal-nacionalizaciones y permanecerá fingiendo que todo está bajo control mientras la derecha hijaputa hunde la cara en el barro a la mitad del planeta y la izquierda usa sus mismos argumentos engalanados con la parafernalia dialéctica de la vieja guardia. La derecha dice dinero y la izquierda dice trabajo, pero sus realidades políticas y sociales han ido convergiendo hasta el punto de estar hablando de lo mismo. Esta crisis no representa otra cosa que la gran victoria del Capitalismo.