2 de noviembre de 2004

El Efecto Dominó (por la cuenta que nos trae)

La semana pasada nos han dado una chapa importante con la participación de las estrellas de Hollywood y aledaños en las elecciones de hoy. Día sí día también aparecía un famoso actor o cantante -especialmente pesados con Springsteen, oyes- mostrando públicamente sus intenciones de voto para esta ocasión. Está claro que la cosa está muy malita, pero esto es algo común en la sociedad estadounidense: antes de cada cita electoral sabemos qué va a votar cada estrella en su colegio de Beverly Hills, y sobretodo, qué piensa que deberían votar sus fellow americans.

Ya digo que es muy normal, tan normal que nunca hay polémica alguna, ni las manifestaciones de los famosos suscitan más espacio que el de un simple comentario en la prensa del día. De hecho, están tan acostumbrados que ya eligieron a un (mal) actor como presidente y a otros dos como gobernadores: Chuache en California y Jesse Ventura -su coleguita en Depredador, el de "dad la cara, cabrones... la impaciente os está esperando"- en Minnesota. Vamos, que les va el rollo circense, y además nadie se rasga las vestiduras cuando tal o cual ídolo de quinceañeras dice que va a votar a Fulanito o a Mengano -agárramela con la mano-.

Y a cuento de esto nos acordamos todos del cisco que se montó aquí cuando a los actores progres (y a gran parte de los que no lo son) se les ocurrió colorear la gala de los Goya; que a mí nunca me ha quedado claro si el pollo mediático se formó por la manifestación del gremio en sí, o porque faltaban pocos meses para las elecciones. Me da que fue por lo segundo.

Porque aquí, afectados por esta flema europea nuestra, nos creemos superiores, al menos en lo que se refiere a eso que en todas partes llaman "cultura democrática"; pero que una persona se pronuncie sobre sus inclinaciones políticas nos escandaliza (de acuerdo, escandaliza a los de siempre), y parece que Antonio Banderas no puede pedir el voto para el PSOE sin que lo acusen de haber cobrado nosecuántos kilos -aunque sean de jamón y aceite- ni Julito Iglesias puede prestar su crujiente moreno a una campaña del PP, sólo porque no vive por aquí cerca.

Pero la situación en USA, mira tú qué gracia, es la misma que aquella de los Goya: los actores y demás personajes de la cultura están hablando ahora más y más alto de lo normal sobre lo que piensan hacer con la papeleta dentro de unas horas. Y lo hacen de puro susto, acojonados de que un gobierno nefasto y embustero como el que teníamos aquí se lleve el pastel y tenga bula para otros cuatro años de hijoputeces.

En España tuvimos aquel espanto de 11 de Marzo que clasificó para siempre el resultado "natural" de las elecciones. Y aunque nunca lo sabremos, yo estoy convencido de que la repercusión de los atentados en el resultado electoral fue mucho menor de lo que se piensa. Creo que el PP habría perdido las elecciones de todas maneras, por menos diferencia incluso que por la que perdió. La clave sigue estando en el voto "reactivado", el de ese elector que sólo va a votar cuando lo cabrean especialmente. La reacción del gobierno a los atentados espoleó a mucha gente a ir a votar por el cambio, pero creo que esa gente sólo fue la puntilla (una gran puntilla, cuidado) a un voto de castigo del que se venía hablando desde hacía meses pero que quedó sepultado por los hierros de los trenes en Madrid. Recuerdo que cuando en las regionales el PP ganó en Muxía, los analistas dijeron que no había que fiarse, que el voto de castigo al gobierno por la no-gestión de la marea negra, por el Yak y sobretodo por la cochina guerra estaba por llegar, y llegaría el 14 de Marzo. Creo que había muchos abstencionistas que ya pensaban movilizarse para echar al PP antes de los atentados, pero no aparecían en las encuestas.

Y en esto también creo que la situación USA es la misma. El gobierno Bush se preparaba para sacar partido a un atentado islamista -otra vez en Madrid, manda cojones- pero el tiro le ha salido por la culata. No habrá tal atentado, y por eso han echado mano de uno de esos encantadores vídeos caseros de Bin Laden (sé lo que estoy insinuando; sé que suena muy mal, pero peor suenan las bombas). Las encuestas hablan de empate, pero creo que la balanza la van a desequilibrar los abstencionistas yanquis, que son muchos más que aquí, siempre y cuando ese sistema electoral apolillado que tienen no iguale los signos de la voluntad popular como la paleta de un albañil.

Ésa es mi porra. Creo que va a ganar Kerry como aquí gano Zapatitos: por los pelos, y como por los pelos palmará Tony Blair no tardando. Si me equivoco, lo reconoceré entre cabezazo y cabezazo contra la pared y constataré lo que muchos me aseguran y yo me niego a creer: que los americanos son aún más egoístas, irresponsables y estúpidos de lo que parecen desde aquí; si acierto, me pasaré por aquí para rematar alguno de mis argumentos, envalentonado por la consistencia que daría la victoria de Kerry -mejor dicho: la derrota de Bush como lo fue la de Aznar- a la idea de que la política no se puede beneficiar de ases en la manga, de que en democracia no vale estudiar la noche antes del examen después de cagarla durante todo el curso. Claro, que hablar de democracia a estas alturas es pura inconsciencia.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

La democracia está muerta. Todo se reduce a la calidad de campañas publicitarias y la presión de los medios, un presidente puede ganar por guapo o a pesar de ser tonto, los debates en la calle son absurdos y artificiales.

Ojalá el comunismo o el fundamentalismo (o incluso el egoísmo) me sacaran de mi deprimente postura nihilista, pero nada, no lo consiguen.

thehardme

Anónimo dijo...

Uyyyy... has llamado pesado a Springsteen! :-O

Por lo demás, dios te oiga.

Elena

Anónimo dijo...

Gane quién gane ganará la democracia.

Anónimo dijo...

Joer, espero que los cabezazos sean suaves. Aunque al menos aquí te atenderá la Seguridad Social. Nunca te des de cabezazos en los yuesei. ¿De verdad esperabas algún tipo de cordura de ese país de ignorancia, religión y pseudodemocracia-espectáculo personalista? Aquí el 11-M y sobre todo las mentiras del gobierno posteriores fueron la gota que rebosó el vaso de una puteada sociedad de hilillos de Pretige, armas iraquíes, Urdacis y huelgas fantasmas. Pero sin esa gota, mucho me temo que no se habría desbordado el vaso, porque Zetapé era un pusilánime y la gente pasaba. Aún así, sí: la cultura democrática europea, incluso la española, con menos de tres décadas, es superior a la del yanqui del medio oeste temeroso de Dios. Salvo de la nuestra rancia derecha que no comprende que un intelectual siempre es de izquierdas a no ser que sea un intelectual hijo de la gran puta, que también hay muchos. Lástima que en los yuesei ni siquiera exista la libertad de expresión necesaria para que las gotas se filtren y lleguen a rebosar ningún vaso. Mentiras sin descubrir y campaña del miedo. El consuelo: ya sabemos lo que hay y podemos seguir dándole kaña.
Posdata: enhorabuena por el blog, ya veo cómo progresa y me alegro de haber tenido algo que ver (Epiménides).

Anónimo dijo...

Vallisoletano, siempre he querido preguntarle a un americano cómo es posible que os sintais más seguros con el único tío con el qeu se ha cometido el mayor atentado contra vosotros. El otro día en Los Simpson, a Homer le vendían un hilo que espantaba tiburones,c on el argumento "Mira. El hilo. ¿Ves algú tiburón por aquí? Nooo. Por lo tanto, funciona!!". No sé si me sigues.

Y por otro lado, es muy democrático eso de que los actores, por tener dinero y ser famosos, no puedan opinar. Bastante patético ya es que los granjeros decidan sobre el futuro del mundo, como para que les prohibamos siquiera opinar a aquellos que por lo menos tienen unam ente algo más abierta.